La gimnasia facial es una práctica excelente, pues los músculos faciales son más pequeños y delgados a comparación con los del resto del cuerpo, lo que
favorece obtener resultados más rápidos, notorios y satisfactorios. De hecho, la efectividad se comprueba en cuanto se comienza a ejercitar, observándose
cambios notables a partir de los primeros dos meses. Los beneficios que se derivan de una práctica constante son numerosos: - Remedia el desgaste del tejido conjuntivo.
- Promueve la regeneración celular.
- Activa el metabolismo de la piel.
- Aumenta y favorece el volumen de los músculos.
- Elimina la tensión en frente, zona ocular, mandíbula y cuello.
- Ensancha el grosor de los labios.
- Las mejillas se tornan más prominentes.
- Se produce una vasodilatación y mejor circulación en la piel, elemento primordial de activación que hace que la cara cobre un color maravilloso y un resplandor
especial.
- Impide la flacidez y aumenta la elasticidad.
- Aminora, y en ocasionas desaparece, las arrugas.
- Ayuda a recobrar la frescura, jovialidad y la tersura del rostro.
- Los movimientos relajan y ayudan a evitar el estrés provocado por la actividad cotidiana.
- Aquellas personas que han sufrido de parálisis faciales puede resultarles de gran utilidad.
- Mejora nuestra salud proporcionando un bienestar inmediato y ganando en seguridad y autoestima.
Aunque la gimnasia facial combate la flacidez de la cara, no debe confundirse con un remedio para reducir arrugas ya que de esto depende del nivel de colágeno y
elastina que se tenga, así como de las moléculas proteicas que no se regeneran con los ejercicios para la cara. |