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 No todos estamos hechos para el ejercicio, pues por más beneficios que se enlisten, simplemente se siente que el ejercicio y tú son totalmente incompatibles. Hasta puede resultar frustrante hoy en día ver cómo lo "fitness" está de moda, y tú sólo puedes definir las rutinas como una completa tortura.
Sin embargo, muy en el fondo sabes que lo necesitas, y no únicamente por la apariencia física, sino porque tienes la firme intención de mantenerte saludable y por"desgracia", ésta es una de las formas más efectivas de lograrlo. Por si fuera poco, cuando realmente has intentado ponerte en forma, abundan las razones para después de poco tiempo, dejarlo en el olvido. No hay motivación y muy pronto la rutina se vuelve aburrida, tediosa, insoportable.
Por suerte, no todo está perdido. Aún existen numerosas alternativas y consejos de expertos dedicados a todos aquellos que odian el ejercicio. No dejes de leer y verás que del odio al amor hay un solo paso.
Las personas, por lo general son matutinas o vespertinas. Es decir funcionan mejor por la mañana o por la tarde, pues cada metabolismo es diferente. En el ejercicio ocurre lo mismo, por lo que se recomienda tomar muy en cuenta este aspecto.
Para aquellos que prefieran ejercitarse por las mañanas, el consejo radica en no obligar al cuerpo a comenzar el día con una rutina agotadora, si lo único que pide es quedarse entre las sábanas y continuar descansando. Los expertos aseguran que una persona que normalmente se levanta a las 7:00 a.m y decide hacer ejercicio a las 6:30, está forzando su reloj biológico y no rendirá durante el día.
Por el contrario, la actividad física por la tarde, o bien, en la noche, constituye una inyección de energía. Aumenta el ritmo cardiaco y sube la temperatura corporal; por lo que se aconseja terminar la actividad mínimo dos horas antes de acostarse. Autor:Alee Núñez |
