Ya sea en el trabajo o en tus relaciones personales, es importante de vez en cuando detenerse y ver cómo nos relacionamos con las otras personas, desde las que vemos sólo una vez hasta con las que convivimos todos los días. Por eso el día de hoy te damos algunos consejos para ser más empático. Antes es importante definir qué es la empatía. Proviene de la palabra griega empathei, que significa "afecto" o "pasión". Básicamente la podemos definir como caminar varios kilómetros en los zapatos de otra persona; ver las cosas desde su perspectiva. Algunos lo definen como la habilidad de compartir con otra persona sus emociones, pensamientos o sentimientos. La empatía es básica para lograr una relación personal exitosa a largo plazo y la cual puede llegar a ser muy gratificante. Cuando vemos el mundo a través de los ojos de otras personas, y comprendemos su punto de vista, la gente confía más en nosotros, porque los estamos considerando tal y como son. Cada persona es diferente y responde de forma diferente, por es súper importante escuchar y tratar de entender a cada persona. Hay dos tipos de empatía
Diferentes entornos requieren diferentes tipos de empatía. Por ejemplo, si estás tratando de consolar a un amigo que tuvo un día difícil, mostrar empatía afectiva puede ayudarlo a sentirse válido en sus emociones. La empatía cognitiva puede ayudarte a conectarte con las emociones de los demás y a construir una relación más profunda e íntima. Claves para ser empáticosQuizás no lo sabías, pero es posible aprender a ser empáticos y aumentar esa capacidad. Simpatizar no es empatizar Lo primero que debes saber es que ser "amable" no es ser empático. Ser simpático y cariñoso no servirá de nada si no tratas de comprender a la otra persona desde su perspectiva y no desde la tuya. Recuerda: sus sentimientos siempre serán válidos, aunque para ti el problema no parezca tan grave. Aprende a prestar atención La comunicación verbal y la no verbal son muy importantes para transmitir empatía y deben complementarse entre sí. Si de verdad quieres escuchar a alguien no solo tienes que entender lo que te dice. También debes considerar algunos detalles como evitar interrumpir, no dar tu opinión o un consejo si no te lo han pedido y escuchar atentamente el mensaje sin juzgar. Deshazte de todos tus prejuicios Hacer juicios apresurados es humano y puede ser algo muy difícil de evitar, pero debes tratar de identificar este impulso con calma para "frenarlo" en las próximas oportunidades. Intenta ponerte en el lugar de la otra persona sin definir la situación como buena o mala. Enfócate en las emociones y no en los datos Imagínate que un amigo te cuenta que ha reprobado un curso. En lugar de decir: ¿y qué harás ahora? ¿te gritaron tus papás? puedes probar preguntando: ¿y eso cómo te hace sentir? En esos momentos es importante prestarle más atención a los sentimientos que a los hechos. Ofrece tu ayuda Eso le demostrará a la persona que te importa. Hazle saber que si necesita algo no debe tener miedo ni vergüenza de pedírtelo. También recuérdale que no está solo y que estás dispuesto a brindarle tu apoyo. Y recuerda… Para desarrollar la empatía no olvides analizar el comportamiento de los demás, es decir, capta toda la información necesaria de la otra persona con ayuda del lenguaje corporal, verbal, tono de voz y expresiones faciales. Se trata de entender realmente lo que está viviendo, pensando y sintiendo. Y tú, ¿Cuántas veces te pones en los zapatos de los demás? Pues este es el momento ideal para que comiences a practicar esta magnífica habilidad. Fuentes: |