- Para empezar, es de gran importancia, mantener una alimentación sana y equilibrada. Toma dos litros de agua al día, ayudando con ello a la piel a liberarse de
toxinas.
- Evita los excesos, entre ellos, el alcohol, el tabaco, las grasas y prolongadas exposiciones bajo el sol.
- Exfolia tu piel regularmente y obtendrás una interesante apertura de los poros y oxigenación de la epidermis.
- Opta por usar productos naturales como cosméticos y cremas hidratantes, ya que favorecen la textura de la piel.
- Aparte de la rutina de ejercicios, se puede recurrir a otro tipo de técnicas adicionales como la risoterapia.
- También es muy importante y recomendable que te encuentres en un estado de relajación al realizar la gimnasia facial y que respires correctamente.
- Mantén la disciplina adecuada a la hora de la práctica.
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