- Resignarse o tratar de llegar a ciertos acuerdos, por ejemplo pedir respeto por las opiniones de los demás aunque no esté de acuerdo.
- Debemos tener muy claro que la otra persona va a cambiar sólo cuando esté convencida de que necesita hacerlo, y esté dispuesta a esforzarse para lograrlo.
- Haciendo nosotros un cambio de actitud, por ejemplo al no tener grandes expectativas respecto a ella, saber y aceptar los verdaderos motivos por los que actúa
asi, y muy importante, al reconocer los sentimientos y comportamientos que me provoca su actuar.
- Si crees que para poder llegar a tratar a una persona difícil necesitas involucrarte emocionalmente con sus problemas o emociones es un error, finalmente quien
puede o no resolverlos es ella.
- Si son personas que con frecuencia están enojadas, estresadas, gritan y ofenden, es mejor aprender poco a poco a desligarte emocionalmente de esas
reacciones.
- Se muy observador para identificar aquellos momentos en los que si puedes hablar con ella.
- De manera natural es que las personas difíciles se relacionan mejor con alguien más, por ello es muy útil observar cómo es esa relación, cómo es el trato que le
da esa otra persona y qué puedes aprender de ella.
- Importantísimo es cuidar el lenguaje corporal con una persona difícil, no le gusta mucho las muestras de afecto y debemos utilizar un tono de voz suave pero
segura al hablarle.
- Evitar los sarcasmos, las burlas y no adoptar una actitud paternalista.
- Una persona difícil + yo alterado= a "tiempo fuera" ; si me encuentro alterado pero es necesario tratar algún asunto, es necesario tiempo para pensar o analizar
la situación, lo mejor es pedir ayuda a esa persona que si sabe como tratarla.
En caso de no encontrar quien pueda ayudarnos lo mejor es la sinceridad, explicar en que estado emocional me encuentro y pedir que la discusión se trate
después, cuando yo esté más calmado; es necesario preguntar a la otra persona si le gustaría dejar la plática para después, para que ambos la analicen más
detenidamente.
- El respeto y la compasión siempre presentes, aunque sea una que no me agrade.
- Nunca criticarla en público, ni hacerla quedar en ridículo.
- Procurar no ignorarla ni dejarla con la palabra en la boca.
- Aunque sabemos que a las personas difíciles no les gustan las muestras de afecto es importante hacerles saber que son tomadas en cuenta.
- El perdonar tanto a las personas difíciles por esos amargos momentos y el perdón a nosotros mismos por haber caído en el conflicto, es una manera muy
efectiva de ir sanando y limando asperezas en la relación.
- Independientemente de lo que la otra persona haga, mi respuesta será la paciencia, bondad y la paz.
- Si creemos que la convivencia con esa persona nos está afectando seriamente y nuestro cambio de actitud no es suficiente, aún cuando existan lazos de
cariño o amor, hay relaciones que no pueden mantenerse y lo más sano es alejarse de ellas.
|