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 Los tiempos cambian y nos traen nuevos desafíos qué enfrentar al momento de tener hijos. La maternidad en sí siempre conservará sus sentidos más básicos como el amor, el cuidado y la dedicación; pero el contexto y las nuevas generaciones implican algunos ajustes que las madres modernas deberán aplicar en su rutina. 1. Infórmate, pero confía en tu instinto Las mamás de hoy se encuentran inmersas en un mundo repleto de información y constantes cambios. Esto resulta positivo porque abren nuevos horizontes y permite formar nuestro criterio, pero también puede confundirnos. Si tienes alguna duda acerca de cómo cuidar y educar a tus hijos, no sólo recurras a Internet, sigue tus instintos maternales y pregunta a quién tenga más experiencia.
2. Mantén el equilibrio Procura balancear tu vida laboral sin descuidar a tus hijos. Si se trata de poner atención en tu trabajo, hazlo al 100%, olvidándote por un pequeño momento de los pendientes del hogar. Y viceversa, si es momento de atender a tus hijos, involúcrate en su totalidad con ellos y dales tu atención completa. 3. Conoce a otras madres Platica y reúnete con otras mamás que tengan hijos de la misma edad que los tuyos. Vayan a algún café e intercambien ideas, experiencias y consejos. Hazles preguntas y resuelve cada duda que tengas en mente. Será muy beneficioso y productivo. 4. Recuerda que tú también importas No todo tu tiempo es exclusivo para tu familia. Dedica unos pequeños momentos para ti sola, ya sea para descansar, leer, ver televisión, meditar y tener hábitos
saludables. De vez en cuando, y si te es posible, reserva un día para consentirte: ve a la estética, a alguna exhibición, al parque o al cine.
5. Conéctate con tu pareja Suele decirse que cuando llegan los hijos, la relación de pareja se desgasta un poco. No dejes que ocurra así. Ponte de acuerdo con tu esposo y planeen una salida romántica cada cierto tiempo. No tiene que ser algo muy elaborado o costoso. Pueden salir a comer a algún lugar cercano, ver una película o simplemente caminar por el parque y hablar de ustedes dos, dejando el tema de los hijos para después. 6. Aprende a usar las redes sociales Nadie está exento de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación modernos, pero como todo, hay que darles un uso adecuado. Exponer a tus hijos mediante fotografías en tu perfil de Facebook o alguna otra red, puede ser peligroso, por lo que debes evitar postear cada momento que vives con ellos, o bien, configurar tu perfil para que sea privado. Por otra parte, mide el tiempo que pasas en el celular para que no se deteriore el tiempo que pasas con ellos. Úsalo de preferencia en tus ratos libres sin crear dependencia.
7. Usa la música a tu favor Combate aquellos días en el que el estrés está al tope con un poco de música tranquila. Aprovecha el momento en el que llevas a los niños a la escuela, cuando te dirijas al trabajo, en la cocina, en la ducha o antes de dormir. Incluso, puedes escucharla junto con tus hijos y relajarse en familia. Te puede interesar: Combate el estrés con música 8. Habla con tus hijos todo lo que puedas Es fácil enfrascarse en las actividades diarias y rellenar los espacios con solo algunas frases entre tus hijos y tú; pero ellos siempre necesitarán comunicarse contigo. Charla con ellos sin importar su edad y hazles saber que te preocupan y que pueden acudir a ti en cualquier momento sin importar la situación.
9. Aprovecha cada momento y deja de preocuparte Todos dicen que los hijos crecen muy rápido y es verdad, pero hoy en día hay tantas distracciones que nos evitan disfrutar de este proceso y añorar cada paso que dan nuestros hijos en sus vidas. Por otro lado, el mundo y sus peligros han creado madres alertas cuidando cada movimiento de los niños. Despreocúpate. Deja que tus hijos jueguen tranquilamente en el parque, sin temor. Involúcrate en sus juegos y hazlos partícipes de las tareas del hogar. No olvides que nadie es perfecto Ser madre es una responsabilidad muy grande, pues de ti depende la vida de un ser humano y su bienestar, pero también eres humana y tienes todo el derecho a equivocarte. Estás haciendo tu mejor y mayor esfuerzo y debes de reconocértelo. Acepta tus errores y comprende que hay situaciones que se escapan de tu control y otras en las que no habrá solución alguna hagas lo que hagas. Disfruta de esta etapa al máximo pues eres afortunada.
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