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 En estos tiempos de pandemia estamos más estresados de lo normal por lo que solemos hacer ejercicio o darnos masajes corporales para relajarnos pero nos olvidamos de nuestra cara, asi es, la tez de nuestros rostros también lo resienten; los músculos detrás de ella guardan también bastante tensión, pero no te preocupes que aquí te vamos a dar la solución para que luzca relajada y por consiguiente radiante. El masaje facial no es una práctica nueva (ha existido durante 3 000 años); comenzó como parte de la medicina tradicional china, y que si lo practicas continuamente puede brindarle muchos beneficios a tu cutis.
"Los principales efectos positivos del masaje diario en la cara son primero que nada la disminución de la tensión y el estrés en el tejido muscular, ayuda también a eliminar las toxinas, drenar los fluidos que causan hinchazón y la retención de líquidos, mejorando la circulación de la sangre" indica Nichola Joss experta en masajes faciales. "Aproximadamente encontramos 40 músculos en la cara", añade Inge Theron, fundadora de FaceGym y explica: "al igual que los músculos del cuerpo, mientras más muevas los de la cara, más se leventan, tensan y tonifican. La estimulación muscular diaria es la clave". Según Eilidh Smith, fundadora de Skinwork, el masaje facial puede proporcionar una liberación emocional. Si lo añades a tu rutina nocturna, pronto se convertirá en un ritual meditativo que esperarás con emoción. Recuerda que es muy importante decicarle tiempo al autocuidado y a la relajación, sobre todo antes de ir a dormir. A continuación los pasos a seguir para preparar tu cara para el masaje:
Paso 1: lávate muy bien las manos antes del masaje. Paso 2: los expertos en masajes faciales recomiendan usar un aceite sin frangancia y que no obstruya los poros (comedogénico), una buena opción es el aceite de semilla de uva. Paso 3: para preparar tu cara para recibir el masaje, debes aplicar un poco de aceite en las palmas de tus manos y presiónalo contra tus mejillas y la frente. Enseguida espárcelo desde tu oreja através del centro de tu cuello hasta el extremo de tu hombro opuesto. Repite este procedimiento tres veces en cada lado. Comencemos con el masaje facial
- La seguridad es primero: intenta no estirar la piel porque puede resultar contraproducente, cuida mucho los pequeños pliegues y arrugas al aplicarte el masaje dice Theron. En ocasiones detente, reposiciona y realinea tu técnica antes de continuar". Y si tu cutis es sensible al tacto realiza menos repeticiones. - En la frente: coloca una mano justo por encima de la linea del pelo y cuatro dedos de la otra mano en la parte superior de la frente; mantenlos ahí y haz movimientos circulares en la frente con los dedos, con esto ayudarás a reducir la tensión. - En las cejas: con los dedos índice y medio presiona firmemente al principio de la ceja. Mantenla mientras deslizas los dedos hacia arriba y la sien. Repite tres veces. - Entre las cejas: toma tu dedo índice y colócalo en el músculo corrugador (se ubica justo entre las cejas), con un poco de presión. Levanta las cejas arriba y abajo 10 veces. - Esquina del ojo: utiliza tu dedo índice para presionar ligeramente cerca del lagrimal, moviéndolo hacia el exterior de la misma manera que cuando aplicas el corrector; esto te ayudará a drenar los fluídos. - Masaje en las sienes: coloca tus dedos índices en las sienes, masajéndolas lentamente. Con tu dedo medio presiona suavemente el área baja de los ojos hacia el puente de la nariz. Realiza este procedimiento seis veces. - Masaje bajo los ojos: usa los tres dedos de en medio para dar golpecitos ligeros y rápidos en la parte superior de las mejillas y en las bolsas debajo de los ojos. Un rodillo de jade puede ayudar mucho para dar este masaje.
- Nariz: desde el puente de la nariz masajea hacia afuera y arriba siguiendo la linea del pelo. Hazlo seis veces. - Mejillas: pon tu mano derecha sobre el mismo lado de tu cara, enseguida estira ligeramente la piel de la mejilla hacia la izquierda y exhala con fuerza, regresa. Haz este procedimiento 10 veces y repítelo con la otra mejilla. - Pómulos: estira tu brazo y coloca cuatro dedos bajo el pómulo opuesto. Presiona con ellos la mejilla dirigiéndola hacia la boca, de cinco a diez segundos. Repite en el otro lado. - En los labios: mantén la boca cerrada. Presiona y sostén con los dedos índice en el labio superior y pulgares en el inferior. Luego estira los labios hacia afuera. Si los tienes agrietados omite este paso o aplica primero un bálsamo labial hidratante. - En el mentón: usa el índice y el pulgar; pellizca suavemente horizontal y verticalmente para marcar la barbilla. - Esquinas de la mandíbula: abre la boca y coloca cuatro dedos en cada esquina de tu mandíbula, presiona hacia arriba por cinco segundos y luego haz pequeños movimientos circulares para liberar la tensión. Repítelo seis veces. - Mandíbula: cierra el puño y barre los nudillos desde la barbilla hasta el final de la linea de la mandíbula. Hazlo seis veces. Fuentes: |
