Surgimiento de este concepto

Las nuevas tendencias encaminadas a la protección del medio ambiente, a través de la creación de áreas verdes en zonas urbanas y la necesidad propia de los habitantes de consumir alimentos a costos reducidos y cosechados por ellos mismos, ha dado como resultado la creación de los llamados huertos urbanos.

Este sistema busca aprovechar las técnicas de cultivo de antaño con el fin de concentrar toda nuestra cosecha en reducidas dimensiones por lo que se puede colocar directamente en la terraza de nuestro hogar.

Tan sólo en Nueva York ya se contabilizan más de 600 cultivos en casas, incluso en rascacielos. Asimismo la ciudad de Madrid que es pionera en este tipo de actividad promueve las relaciones sociales, el aprendizaje de la agricultura y la vida sana.

Los huertos urbanos representan ya una realidad global, sobretodo en Norteamérica, Australia y cualquier país europeo. El cultivo de verduras y hortalizas en azoteas y jardines privados se han convertido en un pasatiempo entre los tradicionales compradores de comida local y visitantes de mercados locales.

Los primeros indicios de esta actividad datan desde la época de la Segunda Guerra Mundial y se les denominaba "VictoryGardens" o "WarGardens". Estos cultivos eran indispensables para la población ya que durante este periodo bélico, las naciones no podían depender de las importaciones, por lo que debían asegurar su fuente de alimento.

Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido utilizaban gran variedad y extensión de terrenos para este tipo de cultivos, especialmente campos de fútbol, parques y jardines, acompañándolos con anuncios propagandísticos que fomentaran su uso.

Pasaron varios años y en la década de los 60´s, los huertos urbanos vuelven a cobrar importancia y popularidad, pero ahora de la mano de movimientos ecologistas y de rechazo al sistema. Sin embargo, uno de los principales motivos de su resurgimiento fue la necesidad o la pobreza; por ejemplo en países como Cuba, aunque en otros más desarrollados se implantó esta técnica como una alternativa eficaz que sustituía las compras en el supermercado.