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 Un foulard o fular (traducido del francés, "pañuelo") es una prenda de vestir que se lleva como accesorio de moda. Es un tejido de gran grosor que se lleva atado en el cuello o en la cabeza. Origen Desde antaño, el foulard ha sido el tocado femenino más sencillo, tapando parcialmente los cabellos ofreciendo una imagen de pudor y de modestia. En los años sesenta, un creador italiano, Emilio Pucci, fabricó los foulards en seda con motivos de colores vivos. Su ejemplo fue seguido rápidamente por numerosos fabricantes: Hermés, Versace, etc. En Francia, la villa de los foulards de seda se encuentra en Lyon, con una industria local presente desde el siglo XVI. André Claude Canova es uno de los creadores lyoneses en seda que sigue haciéndolo de manera tradicional: a mano. La princesa Grace Kelly de Mónaco fue reconocida por ser un fan de estos complementos. Texturas y diseños
De seda o tela ligera, de forma cuadrada y por lo general con dibujos estampados, se lleva anudado alrededor del cuello o sobre la cabeza. Son un complemento fundamental para todas las temporadas, incluso para primavera y verano, especialmente en ciertas ciudades donde por las noches refresca. Hay foulards de tejidos más suaves y livianos que quedan fenomenal con camisetas de tirantes.
Obviamente en invierno y otoño es cuando más se usan ya que es una prenda que nos abriga, nos ofrece diferentes sensaciones alrededor del cuello según la textura; ya sea de lana, algodón, poliéster, seda o lino, todos tienen la misma función: además de abrigarnos atribuyen al cuerpo una decoración más alrededor de nuestro cuello. Las hay en todos los tamaños y aunque podrían parecer un accesorio muy simple, es capaz de transformar el outfit más sencillo en algo súper sofisticado. Cómo usarlo
A la hora de ponértelos, ¿sabías que existen diferentes formas y que no todas favorecen por igual? El ancho y el largo del cuello son puntos claves a tener en cuenta y condicionarán la forma de llevar el pañuelo. Así pues, las mujeres con cuello corto o ancho no es muy recomendable que lleven el fular enrollado puesto que le restará esbeltez. Sin embargo, para estilizar un talle corto, el fular puede ser aliado si se lleva de tal manera que resalta de forma vertical. Hay que admitir que los fulares nos seducen y se convierten en complementos inseparables. Son los protagonistas de las estaciones de entretiempo ya que se combinan fácilmente con otras prendas. Además, estos complementos se vuelven camaleónicos y se adaptan al día, tarde y noche según los colores, los tejidos, diseños y estampados, que podemos llegar a combinar con una infinidad de prendas y conjuntos.
En su versión clásica aporta estilo y elegancia. En sus versiones coloridas y atrevidas, aporta un toque de sofisticación y modernidad. Fuentes: |
