Cirugías: el Reiki repara los daños existentes en el receptor, esto podría provocar que se frenasen las hemorragias, interfiriendo en los cortes de sangrado
y limpieza que realiza el cirujano. Anestesia: si el paciente estuviera sedado, el Reiki podría ayudarle a expulsar las toxinas, despertándole antes de tiempo. Fracturas: el Reiki permite acelerar el proceso de cicatrización ósea y por lo tanto el soldado de las fracturas, ante una situación asi es mejor aplicar Reiki después de que los huesos hayan sido debidamente acomodados e inmovilizados por un traumatólogo. Es muy importante ser concientes de que el Reiki es una práctica complementaria para mantener en buen estado la salud de nuestro cuerpo, alma y mente; de ninguna manera sustituye la visita a su médico. |