El sueño es un tema que esta tomando fuerza gracias a las continuas investigaciones que se han venido haciendo en los últimos años. Los resultados obtenidos llevan a la afirmación de que el sueño además de proporcionar descanso y relajación nos da un plus, ya que durante este lapso obtenemos un ahorro extra de energía. Según una investigación publicada en el Journal of Neuroscience, y la cual estuvo a cargo de la Escuela Médica de Harvard y el Sistema de Salud de Boston (EE.UU), en las etapas iniciales del sueño los niveles de energía aumentan de manera significativa en las regiones del cerebro, activas durante las horas de vigilia. Dichos resultados sugieren entonces que este aumento de la energía celular ayuda a reponer los procesos del cerebro necesarios para su funcionamiento normal mientras se está despierto. Cuando dormimos el cerebro se recarga, ya que tiene la oportunidad de apagarse y reparar neuronas, ejercitar conexiones neuronales importantes que de otro modo podían deteriorarse debido a la falta de esta actividad. Al dormir el cerebro es capaz de reorganizar datos para ayudar a encontrar una solución a un problema, procesar nueva información aprendida, organizar y archivar memorias. Por otro lado, la tasa metabólica y el consumo de energía desciende, por su parte el sistema cardiovascular también registra un descanso. Las investigaciones han encontrado además una reducción del 20% al 30% en la presión arterial de personas que sufren hipertensión, así como una baja del 10% al 20% en el ritmo cardíaco. Por supuesto las hormonas de crecimiento se liberan, especialmente en los niños y los adultos jóvenes. Y por si esto no fuera poco, durante el sueño en nuestro cuerpo se reemplazan químicos, reparan músculos, tejidos y células envejecidas o muertas. En relación al momento, cantidad y calidad del sueño, son elementos que se ven influenciados por los ritmos circadianos. Cuando los ciclos naturales de sueño - vigilia son estables y consistentes mejor se duerme. El ritmo circadiano de una persona no pueden ser ignorado o reprogramado pero si puede ser alterado por la coordinación de actividades como siestas, alimentación, ejercicio, tiempo para dormir e incluso por factores como viajar a una zona horaria diferente y exposición a la luz. A sabiendas de todos los efectos positivos para nuestro organismo, procura dormir bien, creando hábitos saludables de sueño como:
Fuentes: |