Las recompensas son un gran estimulante para cualquier actividad. Sobre todo aquellas que representan un esfuerzo extra. Date una recompensa por cada sesión, cada semana, mes o kilos perdidos. Con ello, inconscientemente, le dices a tu cerebro que al lograr cierta meta, recibirá algo positivo; por lo que será cada vez más fácil continuar ejercitándote. Incluso, puedes hacerlo de manera inversa. Es decir, piensa que si no haces ejercicio, debes hacer una actividad adicional, como arreglar tu clóset, sacar a pasear a tu mascota, ir por la despensa, etc. La paciencia recompensa Y como último consejo, sé paciente. Los resultados no se verán de un día a otro. La constancia es la clave, y cuando menos te lo esperes, te sorprenderás al ver lo que has logrado. Autor:Alee Núñez |
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