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¿Qué son las arrugas gravitacionales?
La teoría de la fuerza de gravedad plantea que los cuerpos de masas son atraídos a la superficie de la tierra y a su vez modifica el movimiento de los mismos, generando que se detengan y que la fuerza que los movía hacia arriba, provoque el efecto inverso, es decir que estos caigan. Bueno pues ese mismo efecto tiene nuestra piel. A medida que envejecemos, ésta pierde elasticidad y colágeno, lo que provoca una pérdida de estructura en la piel, que comienza a doblarse y ceder. Las arrugas gravitacionales se producen por la flacidez de los músculos, pérdida de compartimentos grasos facial y por la gravedad. Este tipo de arrugas se acentúan en las zonas de las mejillas, mentón, párpados, entrecejo y cuello. Aunque son absolutamente normales y naturales, con ciertas medidas podemos ayudar a que nuestra piel se mantenga firme y por lo tanto luzca joven. Su aparición es completamente normal
Este tipo de arrugas se producen como consecuencia del proceso de envejecimiento, y suelen hacerse evidentes en torno a los 40 años, aunque en algunas mujeres pueden aparecer cinco o diez años antes. El proceso de envejecimiento es completamente natural y se manifiesta de forma lenta, progresiva e irreversible. Si bien no hay vuelta atrás al paso de los años, las arrugas gravitacionales se pueden tratar con una serie de productos para retardar y atenuar su aparición. ¿Cómo podemos tratar las arrugas gravitacionales?
El uso de los hilos tensores para reposicionar la piel
Son unos hilos finos utilizados en Medicina Estética para rejuvenecer el rostro. Se pueden aplicar tanto para eliminar las arrugas y la flaccidez facial, como para levantar las cejas o, incluso, para redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula. Existen dos tipos de hilos tensores: los permanentes, que están hechos de propileno y los temporales, realizados con dioxanona, material que después de unos dos años es reabsorbido por el organismo sin necesidad de ninguna operación. Es un tratamiento tensado cutáneo que se basa en la implantación de varios micro hilos en forma de red por parte del especialista. Esta red actúa como soporte de los tejidos provocando el efecto reafirmante instantáneo y favoreciendo la producción natural de colágeno. Las intervenciones de cirugía con hilos tensores requieren la realización de pequeñas incisiones a través de las que se injertan los hilos para desplazarlos y colocarlos en el tejido de la zona deseada hasta fijarlos en la posición marcada por el cirujano. El postratamiento puede resultar algo molesto. El paciente puede presentar hinchazón durante unos días, además de calor en la zona o incluso aparecer algún pequeño hematoma. Sin embargo, lo normal es que no se produzca ningún tipo de molestia. Retrasa la aparición de las arrugas gravitacionales
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